viernes, 28 de diciembre de 2012

Cuéntame al oído.

Hoy quiero que me cuentes que es lo que sientes cuando escuchas la palabra "amor". Sé que se trata de un escalofrío enorme que recorre tu cuerpo de arriba a abajo, ¿verdad?, lo que no sé es si será por respeto, por miedo o por ilusión, pero es lo que sientes, estoy segura. Es más, también sé que se trata del mismo escalofrío que sientes cuando esa persona tan especial roza por un segundo tu piel. Cuando te besa lento, rápido o de cualquier manera habida y por haber. O cuando te abraza, te mira o te dice "te quiero".
Quiero que me cuentes también las veces que has deseado que se detuviese el reloj para no tener que separarte de él, y las veces que has maldecido a vuestro enemigo el tiempo que siempre andaba haciendo de las suyas. Cuéntame que estás convencida de que merece la pena que te enrede en su cuerpo y te haga sentir protegida de cualquier mal, y que te mime y te cuide como nunca antes lo habían hecho. 
Cuéntame además que esto que sientes va mucho más allá de una mera atracción. O si en tu cara se puede ver el dibujo constante de una sonrisa agradecida y feliz. Cuéntame si realmente deseas que nada ni nadie os separe jamás. Si tienes miedo a perderle. Y lo más importante, cuéntame que hay algo que te dice constantemente que es él quien puede hacerte feliz.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Fuerza y sonrisa.

Sí, he cambiado, y lo peor es que he cambiado para mal.
Todo eso que escribía sobre "no al miedo" o "vive la vida de forma positiva", ¿dónde está?.
Me siento débil, con miedo y preocupaciones absurdas que me hacen perder el tiempo dándole vueltas a la cabeza, o incluso derramar alguna que otra lágrima en vez de disfrutar.
Sí, he cambiado, pero estoy dispuesta a volver a ser yo, esa chica que no se asustaba por nada, la que quería comerse el mundo, la de antes. Y lo voy a conseguir.
Todos tenemos al típico Pepito Grillo que te da consejos y que, aunque te haga reír de formas un poco peculiares, no se cansa de estar siempre ahí, contigo, a tu lado. Es el que me anima ahora mismo, el que cambia lágrimas por sonrisas y miedos por fuerza, el que me hace sentirme bien en vez de sola, el que me quita las tonterías de la cabeza, el que se ríe de mí, pero también conmigo. Y eso, creedme que es lo que necesito. Porque sí, he cambiado, soy consciente, pero con su ayuda estoy convencida de que volveré a cambiar.

domingo, 19 de agosto de 2012

Quizás sea yo.


Quizás sea yo.
Me empeño en pensar que la gente está rara conmigo. Me como la cabeza, me desquicio, lloro, me enfado...¿y para qué? para nada. No sirve de nada. Al menos nada bueno...
Quizás debería dejar de pensar tanto, de tener miedo y como bien he dicho tantas veces, dejar que pase lo que tenga que pasar...
Pero es difícil, estoy cansada de que lo que "tiene que pasar" siempre sea algo malo para mí.
La gente se va, me deja en momentos en los que yo pienso que todo está genial, y sí, es evidente que tengo miedo. Miedo de que todo vuelva a pasar, y no una ni dos veces, sino siempre.
También es evidente que a veces puedo llegar a agobiar, pero yo también me agobio, me agobia perder a personas que lo son todo para mí, la desilusión, o el hecho de que me vuelvan a hacer daño.
Y lo siento, lo siento si soy pesada, arrogante o quisquillosa, pero hay veces que no puedo evitarlo. Como bien dicen, el miedo es libre y cada uno coge el que quiere.
Así que sí, lleváis razón, quizás sea yo.

domingo, 24 de junio de 2012

Conversaciones.

Hay conversaciones que te hacen pensar, otras llorar, y otras incluso reírte a carcajadas... Hay conversaciones que te hacen soñar, que te hacen sentir rabia e incluso emoción. Esa emoción que hace que se te encoja el pecho y que es lo único que quieras sea abrazar a esa persona con la que estás hablando.

viernes, 22 de junio de 2012

Disfrutar.


La vida no consiste en esperar a que la tormenta pase, quizás muchas veces lo único que hay que hacer es bailar bajo la lluvia y disfrutar.

martes, 29 de mayo de 2012

Salamanca

Llevo varios días dándole vueltas a lo mismo. Nueves meses, un curso, una nueva vida.
Cuando llegó la hora de venirme a Salamanca, no podía quitarme de la cabeza que quería volver, que esto no era lo mismo y que por muchas ganas que tuviese de venirme o por mucha gente que conociese aquí, nadie sería como ellos, mis amigos de toda la vida, mi familia...
¿Y ahora? ahora todo es diferente, me he dado cuenta de que esta experiencia ha sido única y de que aunque he estado alejada de muchas personas a las que quiero, ha sido uno de los mejores años de mi vida. He conocido gente a la que considero maravillosa y, creedme, no todo ha sido un camino de rosas, ni todo han sido sonrisas y fiestas, supongo que los malos momentos siempre estarán presentes en nuestras vidas...
Pero he aprendido mucho, y no solo sobre economía, que en definitiva es lo que he venido a hacer aquí, sino también de la vida. He aprendido que cada problema que se plantee puede llevar consigo una oportunidad, que si das, recibes, y que siempre habrá personas que se la jueguen por ti sin pedir nada a cambio. He aprendido a fijarme en los pequeños detalles, en los pequeños gestos que hacen que muchas personas de las que he conocido sean muy grandes para mí.
Y por eso voy a echar de menos esto en verano, porque las risas por skype, el tipico "¿qué me pongo para salir?", el "espera Lau que no llego a la hora!, las bobadas en el jilguero, las excusas, los paseos a las tantas de la madrugada, acompañado de un largo etc, son cosas que no cambiaría por nada en el mundo.


sábado, 7 de abril de 2012

Un día como otro cualquiera...

Y así, después de mucho esperar, un día como otro cualquiera, decidí triunfar. Decidí no esperar las oportunidades, sino buscarlas yo misma. Decidí ver cada problema como una oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como una posibilidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio por resolver, y cada día como una nueva oportunidad para ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival, no era más que mis propias limitaciones, y enfrentarlas era la única y mejor forma de superarlas. Aquel día, descubrí que yo no soy la mejor, y que tal vez nunca la haya sido. Dejó de importarme quien gana o pierde, puesto que ahora me importa simplemente saber mejor qué hacer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mayor triunfo es poder llamar a alguien "amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados, y pasé a ser una tenue luz en el presente. Aprendí que de nada sirve ser luz, si no iluminamos el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños existen para hacerse realidad. Y desde aquel día ya no duermo para descansar, simplemente, duermo para soñar.

viernes, 6 de abril de 2012

¿Y si...?

¿Y si sí? ¿Y si no? ¿Y si no lo intentamos y nos quedamos sin saberlo? ¿Y si puedo hacerte sonreír todos los días y tú puedes quitarme el dolor de cabeza y la angustia permanente? ¿Y si besarte y comerte la oreja puede ser lo mejor de mi vida y susurrarme en el cuello lo mejor de la tuya? ¿Y si puedes confiar en mi y que llevemos el peso entre los dos? ¿Y si yo puedo comportarme tal y como soy? ¿Y si a tu lado se me pasa esa lista enorme de miedos que tengo y tu a mi lado olvidas tus inseguridades? ¿Y si conmigo no necesitas fingir y yo contigo no necesito callarme nada? ¿Y si nadie me llena como tú y tú no puedes dejar de imaginarte mi cara en cada chica que conoces? ¿Y si estamos perdiendo el tiempo?¿Y si podemos ser felices...?

Posibilidades.

Puede que el sol deje de salir por el este o que simplemente deje de salir para siempre. Pueden las nubes convertirse en hormigón, o el aire pesar y teñirse de color morado. Pueden las estrellas descolgarse del cielo, o  desaparecer la masa tectónica de la tierra. Puede que el desierto sufra una inundación o que los polos terminen ardiendo en llamas. Puede la luna cambiar de color para parecerse más a tus ojos, confundiéndose así con el color del cielo. Puede que los dinosaurios nos invadan, o que incluso se conviertan en nuestro nuevo animal de compañía. Podrá un árbol crecer hasta conseguir hacerle cosquillas al cielo, o incluso para rayar su superficie. Puede que un grano de arena se convierta en una gota de rocío, o que a las flores le salgan piernas. Pueden el horizonte y el cielo llegar a formar un todo, o un huracán arrancar de cuajo la tierra del eje que la sujeta.
Todo, todo eso podría pasar, pero nunca llegará el día en el que te deje de pensar, de necesitarte o de quererte abrazar.

sábado, 31 de marzo de 2012

12.

Cierra los ojos, piensa en todos los momentos que has vivido con esa persona: en la primera sonrisa, en la primera conversación, en la primera y en todas las demás...
Ahora vuelve a cerrarlos, imagina que nada de eso pasó, que no tuviste la oportunidad de verla sonreír, ni de tener una conversación...¿preferirías que eso fuese así? ¿preferirías que nada hubiese pasado? Yo no.

sábado, 10 de marzo de 2012

Tiempo al tiempo.

He perdido la cuenta de los días que llevo sin escribir. Supongo que la falta de inspiración afecta, o el escaso tiempo quizás...pero necesitaba volver a esto, volver a plasmar lo que siento en estos momentos y sentir que alguien, aunque sea la simple hoja blanca de papel sobre la que escribo, me escucha, me lee y sobretodo me entiende, o al menos hace el intento.
Últimamente me siento rara, no sé exactamente cómo describirlo porque es una mezcla de sentimientos que ni por activa ni por pasiva, consigo ordenar. Siempre me han acusado de ser algo desordenada, de dejarlo todo por medio, pero juro que esto si que lo he intentado encasillar. Unos me dicen una cosa, otros me dicen otra y yo, yo ya no sé que pensar.
Muchas veces he dicho "muestra lo que sientes, se tú mismo", pero es tan difícil predicar con el ejemplo...es tan difícil gritar lo que sientes cuando sabes que si lo haces todo podría cambiar y no necesariamente para bien.
Disimular, tragarme las palabras que grita mi corazón, que no se escape nada, ese es mi objetivo. Dar tiempo, darme tiempo, y que pase lo que tenga que pasar. Como bien dijo un sabio: "El tiempo pone cada cosa en su lugar".

lunes, 30 de enero de 2012

No hay más.

Y es que solamente tú sabes como hacerme sonreír. Siempre has tenido ese don, además del de hacerme poner los pies en la tierra cada vez que intento echarme una siesta allá arriba por las nubes. Me aportas alegría, locura, pero también mucha paz, y eso es de agradecer.
Te echo de menos, echo de menos que me digas "churrrrrri" con esa voz tuya tan infantil y graciosa que te caracteriza, las sesiones de pelis o las tardes de charlas hasta las "milquinientas" por teléfono en vez de hacer algo de provecho como por ejemplo estudiar.
Eres única, y sé nunca habrá nadie que pueda llegar a ser ni la mitad de lo que eres tú en mi vida, tienes la virtud de saber escuchar, de entenderme, incluso en silencio y sin cruzar una palabra, a veces solo una mirada es suficiente para saber cómo me encuentro, qué pienso o qué siento.
Sé que piensas que todo ha cambiado, y a ver, evidentemente no estamos las 25 horas y media del día juntas como antes, pero sé que sigues ahí, que todos los momentos que hemos pasado no se quedan en nada y que nos quedan mil y uno más (elevado a infinito) por vivir y por hacernos sonreír, sino ya lo verás.
Que te quiero, y punto. Ni el tiempo, ni la distancia, ni nadie, ni nada podrá romper esta amistad.
Recuerda, "Pili y Mili", "Sugu y Pico", ....
Te quiero.

viernes, 27 de enero de 2012

Felicidad.

¿Y tú, qué quieres ser de mayor? 
No consigo recordar la cantidad de veces que nos preguntaron eso de pequeños, y muchísimo menos las millones de veces que cambiamos de opinión con respecto a nuestra respuesta. Solíamos creer que llegaríamos a ser valientes policías; médicos de esos que salvan vidas; actores de nuestras pelis favoritas, modelos con un cuerpo diez, bailarines famosos, cantantes reconocidos en el mundo mundial , o incluso simplemente respondíamos que nuestra ilusión era ser mamás. Ya sabeis, todas aquellas típicas opciones... 
Pero con el tiempo vas madurando, vas eligiendo, tomando tus propias decisiones, decisiones reales, que determinan el resto de tu vida. Empiezas a hacerte a la idea de como son las cosas, y a ver como la vida se las gasta. Te das cuenta de que a lo mejor aquellos sueños que teníamos de pequeños no se cumplen. O incluso te causan problemas: los típicos dolores de cabeza, las noches llorando de tristeza o rabia. 
Sin darte cuenta, de un día para otro, creces. Vas viviendo la vida día tras día y te das cuenta de que todo lo que vives pasa y no vuelve, de que tienes que valorar cada día como si fuese el último y aprovecharlo por lo tanto al máximo. 
Al final aprendes que la respuesta a la pregunta no es ni policía, ni bombero, ni electricista ni barrendero... y es que lo único que quieres llegar a ser de mayor es feliz.

lunes, 9 de enero de 2012

Un constante ir y venir.

Y ahora me despido de nuevo y me voy. Otra vez. Mi vida se ha convertido en un constante ir y venir, y es frustrante. Te acostumbras a estar en casa, en TU casa y, cuando menos te lo esperas, tienes que volver a marcharte de nuevo. Y ya no es solo marcharte sino también dejar atrás a todas esas personas: a tu madre y sus famosos achuchones y llantos; las discusiones con tu hermano, que sí, es iguantable muchas veces pero nada sería igual si no fuese él, y por eso le quieres. A tu padre...¿quién sino él iba a llevarte en coche a todos lados, en vez de ver el fútbol o hacer esas cosas que los hombres hacen y que las mujeres no entendemos?. O tus abuelos, aquellos que solo necesitan que abras la boca para ponerlo todo a tus pies. O tus amigos, tu segunda familia. Aquellos con los que sabesque podrás contar cada día, estés donde estés, y sea para lo que sea. Aquellos que te demuestran cada día que te quieren y que para ellos eres especial. Aquellos que te animan y que te ponen los pies en la tierra cuando la situación lo requiere.
Por eso, por todos ellos, es por lo que realmente me da pena irme. Porque los momentos que comparto con cada uno de ellos, definirlos con un perfecto se queda corto.
Así que bueno, como no queda más remedio me marcho, pero no estoy triste porque se que pronto volveré y podré vivir muchos más momentos con cada uno de ellos.