martes, 12 de julio de 2011

Hoy me toca a mi.

No puedo evitar el estar todo el día riendo. Lo hago sin parar hasta que me duelen los mofletes. Se que soy demasiado cabezota, inimaginablemente dormilona y bastante distraída. Me considero valiente ya que prefiero hacer frente a algo antes que salir huyendo. A veces me desespero y hasta yo sola me saco de quicio. Puedo ser rara, bipolar, alocada o impulsiva, lo sé, pero me gusta ser así. Me gusta ponerme el despertador diez minutos antes para despertarme y tener la satisfacción de pararlo y poder seguir un ratito más en la cama. Me gusta que el viento me roce la cara, o sentir el césped en mis pies descalzos. Me gusta salir de la ducha y dibujar corazones en el espejo con el dedo. Me gusta bailar como una loca hasta que mis pies no pueden más, o cantar delante del espejo con un cepillo como micrófono. En verano me encanta pasarme las horas muertas leyendo, o tumbarme en el patio y tomar el sol por el día y mirar las estrellas de noche. Me gusta el paisaje otoñal y ver la lluvia caer a través del cristal, aunque reconozco que siempre he querido bailar bajo ella. Me gusta el azul y las rosas blancas. No me gusta discutir pero me encantan las reconciliaciones.
Soy una persona optimista, me gusta fijarme en los pequeños detalles que tiene la vida. Digo cosas de las que después me arrepiento y cometo miles de errores, pero siempre miro hacia delante y sigo caminando, aprendiendo. Sé que a veces soy infantil, o inmadura, o incluso llego a ser pesada haciendo continuamente el tonto. No suelo hacer lo que todo el mundo espera que haga, me gusta sorprender, y sorprenderme a mi misma. Nunca dejo de luchar por aquello que quiero porque se que nada es fácil. Nunca he sido de esas personas que se ilusionan por tonterias, aunque reconozco que es divertido imaginar o pedir deseos con la esperanza de que algún día se cumplan.
Me gusta vivir la vida loca a mi manera, y si una cosa tengo clara es que para ser feliz hay que arriesgar, hay que saltar al vacío y dejarse llevar para conseguir lo que quieres. Siempre que puedo me subo a lo más alto de la locura, porque no hay nada como disfrutar de la vida sin importarte nada más, porque un día me di cuenta de que todo es caer y levantarse, y volver a caer y volver a levantarse, la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, abrazar a quien te abrace, y besar solo a quien tú quieres. Se que soy la persona más impredecible que hay, pero me da igual, porque ser así es lo que me hace única, y eso de ser única me encanta.

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