jueves, 10 de noviembre de 2011

Bipolar.

Y ahora, después de intentar fingir que no te amo sin éxito, me abandonas. Te queda grande mi amor y te rindes. Me siento como si me hubieran tirado de la planta más alta de aquel rascacielos. Y lo peor, es que sigue sin importarte nada.
Siempre has sido un inmaduro y nunca me di cuenta. Jamás supiste amar aunque yo siempre pensé lo contrario.
Creía que había podido olvidar que un día sentí algo enorme por ti, pero no. Cada vez que pienso en tu mirada, esa que tanto me gustaba, en tu voz, esa que tan bonita me parecía, o simplemente escucho determinadas canciones, un escalofrío recorre mi cuerpo.
Y yo también me vuelvo bipolar. Es un querer tenerte pero no poder, o un poder tenerte pero no querer.
Simplemente necesitarte a mi lado, pero no querer que vuelvas para no darte la oportunidad de que vuelvas a marcharte.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario